Investigación Chilcot:
La evidencia del colapso del imperio Americano
15 Julio 2016
En el Reino Unido (RU), fue publicado el informe oficial de la comisión de gobierno dirigida por Sir John Chilcot sobre la guerra de Irak. La investigación Chilcot demostró oficialmente que la invasión de RU a Irak fue realizada bajo presión de EEUU y fue contraria a los intereses nacionales del país.
No había razón para invadir Irak
La investigación Chilcot apunta que no había razones reales para la invasión de Irak.
Claramente dice:
La decisión de usar la fuerza –una decisión muy seria que tomar por cualquier gobierno- provocó una profunda controversia en relación con Irak y se convirtió incluso en más controvertida cuando fue posteriormente encontrado que los programas de Irak para desarrollar y producir armas químicas, biológicas y nucleares habían sido desmantelados.
En la visión de la investigación, las opciones diplomáticas posibles no habían sido agotadas.
Irak no estaba conectado con redes terroristas internacionales. El país no poseía armas de destrucción masiva que pudieran ser usadas en actos terroristas y no representaba amenaza para el RU. Tal fue la visión de la comunidad de inteligencia de RU:
Sir David Omand, Coordinador de Seguridad e Inteligencia en la oficina del Gabinete desde 2002 a 2005, dijo en el informe que, en marzo de 2002, el Servicio de Seguridad juzgó que la “amenaza del terrorismo desde el propio aparato de inteligencia de Saddam en el caso de una intervención en Irak… fue estimaa como algo limitado y contenible”.
La “capacidad para realizar ataques terroristas efectivos” de Saddam era “muy limitada”. La “capacidad terrorista” de Irak era “inadecuada para realizar ataques biológicos o químicos más allá de los intentos individuales de asesinato usando venenos”.
Gran Bretaña no consideró a Irak como una amenaza para su seguridad nacional.
El liderazgo de RU sabía todo sobre las consecuencias
El informe confirma que la comunidad de inteligencia de RU presentó al primer ministro todos los análisis necesarios sobre las consecuencias de la decisión de invadir Irak. En particular, fue apuntado que el derrocamiento de Saddam Hussein podría llevar a un gran incremento en el extremismo islámico, transformando el reino en una prioridad para su propósito, con víctimas en masa, y la fragmentación de Irak.
El señor Blair había sido asesorado de que tras una invasión de Irak se esperaba que incrementase la amenaza a RU y a los intereses de RU desde al Qaeda y sus afiliados:
Dirigiéndose a las perspectivas para el futuro, la evaluación del JIC concluyó:
“…Al Qaeda y grupos asociados continuarán representando por ahora, la mayor amenaza terrorista a los intereses occidentales, y esta amenaza aumentará por la acción militar contra Irak. La amenaza más amplia desde los terroristas islámicos también incrementará en caso de guerra, reflejándose en el intensificado sentimiento anti-EEUU / anti-occidental en el mundo musulmán, incluyendo las comunidades musulmanas en Occidente. Y hay un riesgo que la transferencia de material o destreza en QB [Químico y Biológico], durante o en el periodo posterior al conflicto, realzará las capacidades de Al Qaeda”.
La invasión fue un acto de agresión basado sobre mentiras intencionadas
La invasión estaba basada sobre mentiras intencionadas y la manipulación de la opinión pública. Sir John Chilcot declaró mientras presentaba los resultados de la investigación que la política de RU se basaba en “inteligencia y cálculos defectuosos”.
El RU distorsionó intencionadamente los hechos sobre la supuesta amenaza representada por Irak. En particular, Jack Straw, ministro británico de asuntos exteriores en aquel tiempo, insistió en la distorsión de los documentos oficiales de información, para convencer a otros tomadores de decisión y al público, de la necesidad para la acción en Irak:
Cuando vio el borrador del documento sobre los países con Armas de Destrucción Masiva, en el 8 de marzo, Straw comentó:
“Bien, ¿pero no debería Irak estar primero y también tener más texto? El documento ha de mostrar por qué hay una amenaza excepcional desde Irak. Esto no es bastante aún”.
El 18 de marzo, Straw decidió que un estudio sobre Irak debería emitirse antes de uno que dirija a otros países la preocupación.
El 22 de marzo, Straw fue aconsejado que las pruebas no convencerían a la opinión pública de que había una amenaza inminente desde Irak. La publicación fue pospuesta.
Las marionetas de los EEUU
La única razón para invadir Irak fue el fuerte compromiso con los EEUU para hacer esto. El informe muestra claramente cómo la retórica y la visión del liderazgo británico sobre Irak: La estrategia instaba a sanciones inteligentes antes de la invasión bajo la influencia del lado americano. Al mismo tiempo, la inteligencia británica informaba que Irak no representaba un peligro real ni apoyaba a terroristas. La decisión de Blair para invadir Irak fue influenciada por su interés en proteger la relación de RU con los EEUU, dijo Chilcot. El apoyo incondicional fue justificado por:
La preocupación de que áreas vitales de cooperación entre RU y los EEUU podrían dañarse si RU no daba a los EEUU su pleno apoyo sobre Irak.
La creencia de que el mejor modo para influir la política de los EEUU hacia la dirección preferida por RU fue comprometerse plenamente y apoyar sin reservas, y buscar la persuasión desde el interior.
Así, oficialmente la principal razón para la invasión británica de Irak fue la dependencia de Reino Unido a los Estados Unidos. La comisión no opone una orientación pro-americana, sino al contrario, la apoya de manera declarativa. Sin embargo, se apuntó que las relaciones con los EEUU “no requieren apoyo incondicional donde nuestros intereses y opiniones difieran”, dijo Chilcot.
Vientos de cambio
Oficialmente, la investigación Chilcot debería haber sido publicada hace 7 años. Su publicación fue pospuesta varias veces debido a la posición de los EEUU. Y ahora se hizo pública. Así, refleja el declinar de la hegemonía de los EEUU: El aliado más leal –el RU- los últimos dos años muestran que el colapso del sistema basado en EEUU es una cuestión de tiempo y se prepara para un nuevo mundo.
La publicación del informe oficial, la comisión establecida por iniciativa del gobierno de Gordon Brown, en que el argumento de los oponentes de la invasión de Irak hace 13 años (principalmente Rusia) se repite abiertamente, convirtiéndose solamente en posible para un caso: Si una parte de la élite británica esté deseando distanciarse de los EEUU, sus políticas y aquellos dentro de la élite que tienen demasiados lazos estrechos con los EEUU. El hecho de que en RU estén aquellos que miran hacia un futuro post-americano demuestra la fuerte integración de los propietarios de las finanzas Rothschild británicas con China, y la decisión británica de participar en el proyecto chino del Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura, contrario a la voluntad de los EEUU.
También se evidenció por los resultados del referéndum sobre la membresía en la UE. El Brexit y el honesto recuento de votos no habrían tenido lugar sin el apoyo de las élites. Al mismo tiempo, los EEUU abiertamente se opusieron al Brexit. Ahora el referéndum de RU y las incertezas tras ello, congelan el establecimiento del Área de Libre Comercio Transatlántico. Al mismo tiempo, el RU está excluido de las negociaciones sobre el acuerdo mientras que todavía esté en estado de transición. Paradójicamente, el RU ha implementado pasos coherentemente para alejarse del mundo centrado en EEUU. Sin embargo, esto no refleja el dibujo completo, oficialmente es el mayor aliado americano, pero parece ser una tendencia importante. La explicación más plausible es el deseo de ser enterrada bajo los escombros del imperio americano.
Debería recordarse que RU se convirtió voluntariamente en un satélite de los EEUU, pasando a los americanos el papel de potencia marítima. Así que nada les prevendrá de abandonar a los EEUU cuando lo estimen necesario. El debilitamiento de los EEUU es la introducción de nuevas reglas del juego. Y estas reglas serán mejor creadas cuando el proceso se vuelva irreversible. Y los cambios en Gran Bretaña demuestras esta irreversibilidad. El Brexit, y el curso de la discusión en torno a ello, la posición ambigua de Londres en las relaciones entre Washington y Beijing, y ahora el informe sobre la guerra de Irak, que puede estar seguido por el juicio a Tony Blair, da a Londres una colección de nuevas oportunidades para influir las políticas en Europa y globalmente.
Fuente original: Katehon