Tras el Referendum celebrado en el Reino Unido, favorable a los partidarios de abandonar la Unión Europea, la continuidad del proyecto europeo, a medio y largo plazo, plantea serias dudas. No es cualquier miembro el que ha abandonado la Unión, sino uno de los más relevantes, lo que podría provocar que otros socios más sacrificados, pudiesen plantearse la misma pregunta y decidir actuar siguiendo su ejemplo.
REINO UNIDO
UNIFICACIÓN
TRÁNSITOS A PROGRESIONES SECUNDARIAS
23 Junio 2016
Aunque la Unión Europea existía, bajo otra denominación, mucho antes de la Caída del Muro de Berlín, no cabe duda de que los acontecimientos del 9 de Noviembre de 1989 fecha en la que caía el Muro de la Verguenza, anticipó el final de la política de bloques que mantuvo dividida a la vieja Europa desde la IIª guerra Mundial, y puso término a la Guerra Fría.
Después, y gracias a inmediata reunificación de Alemania, el viejo sueño de una Europa Unida recibió un fuerte espaldarazo. Un viejo y ambicioso proyecto que ahora parece entrar en declive.
CAÍDA MURO BERLÍN
PROGRESIONES SECUNDARIAS
REFERENDUM BREXIT
CIERRE URNAS
23 Junio 2016
CAÍDA MURO BERLÍN
TRÁNSITOS A PROGRESIONES SECUNDARIAS
REFERENDUM BREXIT
CIERRE URNAS
23 Junio 2016
UNIÓN EUROPEA
TRATADO DE MAASTRICHT
PROGRESIONES SECUNDARIAS
REFERENDUM BREXIT
CIERRE URNAS
23 Junio 2016
UNIÓN EUROPEA
TRATADO DE MAASTRICHT
TRÁNSITOS A PROGRESIONES SECUNDARIAS
REFERENDUM BREXIT
CIERRE URNAS
23 Junio 2016
Los contactos entre Júpiter y Saturno componen un ciclo, que se ha denominado desde la antigüedad el ciclo de los Cronocratores.
Como sabemos este estudiado ciclo está sincronizado actualmente con el devenir de Europa. La próxima conjunción entre ambos astros se producirá durante el ingreso Solar en Capricornio, el 21 de Diciembre del año 2020 y tendrá lugar en 00º29' Acuario.
Los eventos que han acompañado las anteriores conjunciones de este duplo planetario, denominado también "Duplo Social", no dejan lugar a duda sobre su relación sincrónica y su asociación con el devenir del Viejo Continente:
En la actualidad estamos inmersos en la última fase del presente ciclo, la cuadratura regresiva Júpiter - Saturno, el postrero aspecto de tensión entre ambos corredores antes de que se produzca su próxima y crucial cita conjunta en 2020.
Adelantamos que ya que el ciclo Júpiter – Saturno parece asociarse con determinadas dimensiones de consensos internacionales o rupturas de dichos consensos, además de sintonizar con la política europea y con la diplomacia, esperamos que el cambio de elemento de Tierra a Aire que se produce en la conjunción de 2020 debería facilitar para los aproximadamente 200 próximos años de "reinado" del Elemento Aire, la creación de políticas más flexibles y dialogantes.
Aunque este esperado cambio que debería sobrevenir a partir del contacto de los cronocatores vendrá precedido por acontecimientos tensos de gran calado, ya que la conjunción partil Júpiter - Saturno de 21 de Diciembre de 2020, que inicia el trigonalis Aire en 00º29' de Acuario, se produce bajo un contraproducente aspecto que añade el concurso e impregnación de Plutón, un astro que es totalmente contrario a la vanalidad, la maleabilidad, la distensión y la diplomacia, que quedan sometidas bajo su yugo a un segundo plano, dada su extrema, extenuante y demoledora influencia.
A continuación les muestro los contactos previos a este encuentro partil entre los tres "corredores" en juego
VENTANA DE CICLOS
JÚPITER CONJUNCIÓN
SATURNO
El encuentro planetario de los Cronocratores (Júpiter y Saturno) en 2020 viene matizado por los contactos previos de ambos astros con uno tercero: El astro del final, la renovación o la muerte, Plutón.
Es cierto que, parafraseando a Morin de Villefranche, de los tres, el astro que mejor "estado celeste" presenta es Saturno, cuyo domicilio nocturno tradicional se encuentra en el signo de Acuario, donde se produce la cita, no podemos obviar que el histórico encuentro planetario del Solsticio de Invierno del año 2020 pone fin al actual periodo de transición desde el Elemento Tierra, que entonces finaliza su trigonalis dentro del Gran Ciclo hasta el Elemento Aire, que lo inicia, en cuyo signo fijo Acuario, y redundantemente en su primer grado se produce este encuentro planetario de los Cronocratores contaminado por la presencia y los contactos prévios de ambos con el astro sintonizado con todo lo que representa el final, la transformación y la muerte, Plutón.
Así se puede afirmar que esta próxima conjunción de los Cronocratores en 00º29' Acuario se encuentra sin duda "plutonizada", con todos los matices, favorables y tensos, que ello puede sugerirnos, y muy concretamente para el Viejo Continente tan asociado en su devenir con este ciclo fundamental.
La presencia contaminante previa de Plutón, asociado en ese sentido con Saturno, pone freno a la espontaneidad mediante el establecimiento de límites rígidos y severas normas que no pueden ser burladas sin las correspondientes medidas punitivas, señalando como peligroso todo lo que sea considerado como algo nuevo, sometiendo a la disciplinada sociedad "acuariana" a los rigores de la uniformidad y la persecución sobre cualquier intento de disidencia considerado entonces como un peligro para el colectivo, y poniendo contra las cuerdas la expansiva visión de Júpiter, enterrando las grandes ideas, que entonces serán percibidas como sospechosas, algo muy similar a lo que describiera en su momento Aldoux Huxley en su famosa novela "Un mundo Feliz" .
El significado ortográfico de ese triple contacto parece sugerir un cierto final de lo que ha sido Europa históricamente, la cuna de nuestra civilización: Júpiter - Saturno representan a "Europa" y Plutón a la "Muerte". Es decir la muerte, o el final del estado actual de la Unión Europea, tal y como la conocemos.
Algo bastante coherente teniendo en cuenta que además el 21 de Diciembre de 2020 finaliza el Trigonalis de Tierra y se inicia el de Aire dentro del Gran Ciclo de los Cronocratores.
En esas fechas finalizará el periodo de 200 años de cultura europea, que dio origen a la Primera Revolución Industrial y a la Era del Maquinismo que ha conducido a nuestra civilización, ahora desgraciadamente globalizada, a un desarrollo tecnológico sin precedentes, parejo a una exacerbación de todo lo que la Economía y el materialismo representan hoy, y que lamentablemente ha desembocado en la desproporcionada deshumanización en la que ahora nos ahogamos, algo que por pura lógica ajena a previsión astrológica alguna, sino más bien por puro instinto de supervivencia, debería tocar a su fin, para dar inicio a un nuevo paradigma más humanista en sustitución del mercantilista y mecánico materialismo a ultranza que ahora vivimos.
En ese sentido de destrucción de los valores tradicionalmente relacionados con Europa y las sociedades que componen este crisol de cultura, enmarcamos lo que viene anticipando este deterioro y pérdida de identidad propia: El ataque sistemático que vienen sufriendo todos los países de la cuenca Mediterránea, que cultural e históricamente constituyeron los pilares fundamentales de la denominada "cultura europea". El caso de Egipto deja paso en ese sentido a Grecia, Roma, Portugal y España... hoy sometidos a un proceso de amnesia colectiva forzosa.
Analizando el gráfico de la actual Unión Europea vemos la espectacular posición de la estrella fija Algol, considerada la más maléfica entre todas, que se encuentra en conjunción con la Luna, el astro más elevado en el gráfico posicionado en exaltación en 24º19' Tauro y que representa en Astrología Mundial a las masas populares, en este caso de los países que componen la Unión Europea.
Llama poderosamente la atención que la estrella Algol esté tradicionalmente asociada a la naturaleza o influencia del Duplo Social, Júpiter - Saturno, justamente los dos astros cuyo ciclo rige, como hemos señalado previamente, a la Unión Europea.
En concreto la Unión Europea enfrenta el siguiente cuadro de aspectos durante todo el año 2020.
El momento en el que los orbes son más ajustados entre estos tres astros es el 12 de Noviembre de 2020, apenas un mes antes del encuentro partil final entre Júpiter y Saturno en 00º29' Acuario, el día 21 de Diciembre de 2020, que señala la entrada definitiva en un nuevo ciclo, del elemento Aire tras aproximadamente 600 años de espera, dejando atrás el demoledor, desde el punto de vista humanista, ciclo de encuentros en signos de Tierra, que ha maniatado la parte creativa y espiritual del hombre, aproximándole al nivel de las bestias.
Esta triple conjunción de Noviembre de 2020 significa el climax del control de la dictadura global total, que atenazará por completo a los hombres en pocos años. La tendencia es clara: Perdida de derechos, y libertades hasta ese oscuro momento donde el péndulo habrá llegado a un extremo que resultará insostenible, e invertirá posteriormente su dirección en sentido contrario. La presencia de Plutón-Hades jugando un papel primordial previo al encuentro Júpiter - Saturno de 2020 hay que entenderla como el climax final de una época oscura, que entonces toca fondo para producirse después, durante el posterior despliegue del ciclo Júpiter - Saturno que se inicia el 21 de Diciembre de 2020, y durante los aproximados 20 años de su desarrollo completo, la necesaria transformación que Plutón apunta.
El índice Cíclico señala con claridad un oscuro periodo de contracción y crisis desde aproximadamente 2014 hasta el año 2022.
Es solo a partir de mediados del año 2022 que el Índice Cíclico, después de haber tocado fondo a finales de 2021 e inicios de 2022, invierte su dirección de desplazamiento. Este momento coincide con el final de una larga batería de aspectos de tensión entre los planetas más lentos, que como sabemos son los que marcan el matiz y la dirección del devenir colectivo. Iniciándose posteriormente un largo ciclo en el que dichos astros lentos configuran entre si una larga batería de aspectos armónicos.
Inmediatamente después del cierre de la doriforia el 2 de Marzo de 2022, el Indice Cíclico gira hacia arriba invirtiéndo su dirección. Este momento debería coincidir aproximadamente con la distensionadora conjunción Júpiter - Neptuno de 12 de Abril de 2022, que en definitiva jugaría un papel similar al que vimos tras la crisis de los Euromisiles en el otoño de 1983 cuando el encuentro planetario Júpiter - Neptuno de 19 de Enero de 1984 puso fin a la escalada armamentística en Europa y a la Guerra Fría, dando carpetazo final a la Gran Doriforía 1979-1984 e iniciando un periodo de recuperación expansivo .
27 Años después de la Caída del Muro de Berlín
El Brexit redistribuye las cartas de la geopolítica mundial
Por Thierry Meyssan
27 Junio 2016
La prensa internacional se esfuerza ahora por imaginar cómo podría reactivarse la construcción europea, manteniendo a Rusia fuera de ella y, en lo adelante, sin poder contar con el Reino Unido. Por su parte, Thierry Meyssan estima que ya nada podrá evitar el derrumbe del sistema. Pero señala que lo que está en juego no es la Unión Europea en sí sino todo el conjunto de instituciones que permiten la dominación de Estados Unidos a nivel mundial e incluso la integridad misma de este último país.
Favorable al Brexit, la reina Isabel II tiene ahora
la posibilidad de reorientar su país hacia el yuan.
Nadie parece entender las verdaderas consecuencias de la decisión británica de abandonar la Unión Europea. Los comentaristas, que se limitan a interpretar la política al nivel de los politiqueros y han perdido desde hace tiempo el conocimiento verdadero de los juegos de intereses regionales, se han focalizado en los detalles de una campaña absurda, protagonizada por dos bandos: el de los adversarios de una inmigración incontrolada y el de quienes amenazan al Reino Unido con los peores tormentos y calamidades.
Sin embargo, lo que realmente está en juego en esta decisión nada tiene que ver con esos temas. La diferencia entre la realidad y el discurso político-mediático es la mejor muestra de la enfermedad que padecen las élites occidentales: su incompetencia.
Aunque el velo se desgarra ante nuestro ojos, nuestras élites siguen sin entender la situación y están en una posición análoga a la del Partido Comunista de la Unión Soviética, que no supo prever las consecuencias de la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989: disolución de la URSS en diciembre de 1991; disolución del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME, también conocido bajo las siglas COMECON); disolución del Pacto de Varsovia, 6 meses después; y los intentos de desmantelamiento de la propia Rusia, que estuvo a punto de perder Chechenia.
En un futuro muy próximo, asistiremos –siguiendo esa misma mecánica– a la disolución de la Unión Europea; posteriormente, a la disolución de la OTAN; e incluso, si no tienen mucho cuidado, al desmantelamiento de Estados Unidos.
¿Qué intereses se mueven detrás del Brexit?
A pesar de lo que parece indicar la fanfarronería de Nigel Farage, el UKIP no provocó el referéndum que acaba ganar. La decisión de organizar esa consulta fue impuesta al primer ministro David Cameron por un grupo de miembros del Partido Conservador.
Esos personajes estiman que la política de Londres debe consistir en adaptarse de forma pragmática a la evolución del mundo. Esta «nación de tenderos» –así la llamaba Napoleón– observa que Estados Unidos ya no es la primera economía mundial, ni la primera potencia militar. Así que ya no hay razones para tratar de seguir siendo sus socios más cercanos.
De la misma manera que Margaret Thatcher, quien no vaciló en destruir la industria británica para transformar su país en polo financiero mundial, exactamente de esa misma manera, esas personalidades conservadoras no han vacilado en abrir el camino a la independencia de Escocia y de Irlanda del Norte, y por ende a la pérdida del petróleo del Mar del Norte, con tal de convertir la City en el primer centro financiero offshore del yuan.
La campaña a favor del Brexit contó con amplio apoyo de parte de la gentry [la nobleza media y clases adineradas] y del palacio de Buckingham, que movilizaron la prensa popular para llamar los electores a recuperar la independencia del país.
Al contrario de lo que afirma la prensa europea, la salida de los británicos de la Unión Europea no será lenta porque la UE se derrumbará rápidamente, antes de que transcurra el tiempo necesario para el cumplimiento de las negociaciones burocráticas de dicha salida. En el pasado, los Estados miembros del CAME no tuvieron que negociar su salida de ese órgano de integración económica ya que este simplemente dejó de funcionar en cuanto comenzó el movimiento de centrífuga. Los Estados miembros de la Unión Europea que se aferran a las ramas y se empecinan en querer salvar lo que queda de la Unión, van a dejar pasar la posibilidad de adaptarse a la nueva situación y se verán en peligro de sufrir las dolorosas convulsiones que caracterizaron los primeros años de la nueva Rusia: caída vertiginosa del nivel de vida… y de la esperanza de vida.
Para el centenar de miles de empleados, funcionarios electos y colaboradores europeos que inevitablemente perderán sus empleos y para las élites nacionales que también dependen de ese sistema, lo más conveniente sería reformar urgentemente las instituciones para tratar de salvarlas. Todos creen, erróneamente, que el Brexit abre una brecha que los euroescépticos van a tratar de aprovechar. Pero el Brexit no pasa de ser una respuesta a la decadencia de Estados Unidos.
El Pentágono, que actualmente prepara la cumbre de la OTAN en Varsovia, tampoco ha entendido que ya no está en condiciones de imponer a sus aliados el aumento de sus presupuestos militares y de obligarlos a respaldar sus aventuras bélicas. La dominación de Washington sobre el resto del mundo ha llegado a su fin.
Estamos cambiando de era.
¿Qué es lo que va a cambiar?
La caída del bloque soviético fue, en primer lugar, la muerte de una visión del mundo. Los soviéticos y sus aliados querían construir una sociedad solidaria, que pondría en común la mayor cantidad posible de cosas. Pero acabaron lastrados por una enorme burocracia y dirigentes anquilosados.
El muro de Berlín no fue derribado por los anticomunistas sino que cayó ante el empuje de una coalición de las juventudes comunistas y las iglesias luteranas. Querían refundar el ideal comunista sin la tutela soviética, sin policía política, ni burocracia. Pero las traicionaron sus élites que, después de haber servido los intereses de los soviéticos, se dedicaron con el mismo celo a servir los intereses de Estados Unidos. Los electores más comprometidos con el Brexit quieren, en primer lugar, recuperar su soberanía nacional y hacer pagar a los dirigentes del oeste de Europa la arrogancia con la que les impusieron el Tratado de Lisboa, a pesar de que los pueblos habían rechazado, en 2004-2007, el proyecto de Constitución Europea. Pero es posible que esos electores también sufran una decepción ante lo que viene.
El Brexit marca el fin de la dominación ideológica de Estados Unidos, de la democracia barata de las «Cuatro Libertades». En 1941, en su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente estadounidense Roosevelt las definió como (1) la libertad de palabra y de expresión, (2) la libertad de cada cual de honrar a Dios como le parezca, (3) la libertad de vivir sin penuria y (4) la libertad de vivir sin miedo [a una agresión extranjera]. Si los ingleses quieren volver a sus propias tradiciones, los ciudadanos de Europa continental volverán a los cuestionamientos de la Revolución Francesa y la Revolución Rusa sobre la legitimidad del poder y modificarán profundamente sus instituciones, llegando incluso a correr el riesgo de ver resurgir el conflicto franco-alemán.
El Brexit también marca el fin de la dominación militaro-economica de Estados Unidos –ya que la OTAN y la Unión Europea no pasan de ser las dos caras de la misma moneda, a pesar de que instaurar la Política Exterior y de Seguridad Común llevó más tiempo que implementar el libre intercambio comercial. Yo redactaba hace poco una nota sobre esa política ante Siria. Analicé todos los documentos internos de la Unión Europea, los públicos y los que no se han publicado, y llegué a la conclusión de que fueron redactados sin ningún conocimiento sobre lo que realmente pasa en el terreno, pero a partir de las notas del ministerio alemán de Relaciones Exteriores, que a su vez reproduce las instrucciones del Departamento de Estado de Estados Unidos. Hace varios años hice un trabajo similar para otro país y llegué a una conclusión también similar, sólo que en aquel momento el “intermediario” no era el gobierno alemán sino el gobierno francés.
Primeras consecuencias
dentro de la Unión Europea
En este momento, varios sindicatos franceses luchan contra el proyecto de ley sobre el Trabajo redactado por el gobierno de Manuel Valls y basado en un informe de la Unión Europea, informe que a su vez retoma las instrucciones del Departamento de Estado de Estados Unidos. Aunque la movilización de la CGT [1] ya permitió que los franceses descubrieran el papel de la Unión Europea en el asunto, el hecho es que todavía no acaban de entender la relación entre la UE y Estados Unidos. Han entendido que, al invertir las normas y anteponer los acuerdos a nivel de empresa a los acuerdos ramales, el gobierno cuestiona el predominio de la Ley sobre los contratos. Pero no conocen la estrategia de Joseph Korbel y sus dos hijas –su hija biológica, la demócrata Madeleine Albright, y su hija adoptiva, la republicana Condoleezza Rice. El profesor Korbel aseguraba que, para dominar el mundo, Washington no tenía más que imponer una rescritura de las relaciones internacionales en términos jurídicos anglosajones. Efectivamente, al poner el contrato por encima de la Ley, el derecho anglosajón privilegia a la larga a los ricos y poderosos en relación con los pobres y los miserables.
Es probable que los franceses, los holandeses, los daneses y otros pueblos también traten de separarse de la Unión Europea. Para lograrlo, tendrán que enfrentarse a las clases dirigentes de sus países. ¿Cuánto puede durar esa lucha? Es imposible predecirlo, pero es indudable el resultado. En todo caso, en medio del periodo de cambio que ya se anuncia, manipular a los obreros franceses resultara muy difícil. No será así con sus homólogos ingleses, actualmente desorganizados.
Primeras consecuencias
para el Reino Unido
El primer ministro David Cameron utilizó las vacaciones de verano como pretexto para posponer su renuncia hasta octubre. Su sucesor, que sería en principio Boris Johnson, tiene así tiempo para preparar el cambio y aplicarlo en cuanto entre en Downing Street. El Reino Unido no esperará hasta su salida definitiva de la Unión Europea para seguir su propia política, comenzando por apartarse de la política de sanciones contra Rusia y Siria.
Al contrario de lo que hoy escribe la prensa europea, el Brexit no afectará directamente a la City de Londres, o sea a la gran finanza. Dado su particular estatus de Estado independiente bajo la autoridad directa de la Corona, la City no ha sido nunca parte de la Unión Europea. Por supuesto, ya no podrá seguir siendo sede de algunas casas madres de empresas que tendrán que replegarse hacia los territorios de la Unión Europea. Pero podrá utilizar la soberanía de Londres para desarrollar el mercado del yuan. Ya en abril, la City obtuvo los privilegios necesarios para ello mediante la firma de un acuerdo con el Banco Central chino. Y también desarrollará sus actividades como paraíso fiscal para los europeos.
Si bien es cierto que el Brexit desorganizará temporalmente la economía británica, en espera de la adopción de nuevas reglas, es muy probable que el Reino Unido –o al menos Inglaterra– se reorganice rápidamente para sacar el mayor provecho de su nueva situación. Queda por ver si los promotores de este terremoto tendrán la sabiduría de hacer que también beneficie a su pueblo: el Brexit es un regreso a la soberanía nacional, pero no garantiza la soberanía popular.
El panorama internacional puede evolucionar de maneras muy diferentes, en función de las reacciones que ya aparecen. Pero, aunque algunos pueblos se vean afectados, ese panorama será mucho más realista, tanto como los británicos, en lugar de aferrarse a un sueño hasta acabar estrellándose contra la dura realidad.
Notas
[1] La CGT (Confederación General del Trabajo), es la organización obrera más importante de Francia. Nota de la Red Voltaire.