La alternancia del poder imperial
Manlio Dinucci
20 Noviembre 2016
Desde la derrota de Hillary Clinton, primera contrincante de Obama, en la campaña de 2008, que vió rechazada su presidencia. finalmente obtenida por el primero, con la promesa de que apoyaría no sólo a Wall Street, sino también "Main Street", el ciudadano medio, la "clase media" vio empeorar su condición, las tasas de pobreza han aumentado, mientras que los ricos se han hecho cada vez más ricos.
La candidata, se presentaba ahora como la defensora de la "clase media", pero sin embargo ganó la presidencia Donald Trump, el " extraño multimillonario.
¿Qué cambios en la política exterior de los Estados Unidos producirá el cambio de guardia en la Casa Blanca?
Ciertamente el objetivo estratégico fundamental no es que siga siendo la potencia mundial dominante. Posición que se tambalea cada vez más.
EE.UU. está perdiendo terreno en el plano económico e incluso político frente a China, Rusia y otros "mercados emergentes". ¿Por qué tirar la espada en la balanza.
De ahí la serie de guerras en las que Hillary Clinton ha jugado un papel destacado.
Como se desprende de su biografía autorizada, fue ella quien como primera dama y esposa convenció al presidente Bill Clinton) para demoler Yugoslavia mediante la guerra, iniciando la serie de "intervenciones humanitarias" contra los "dictadores" "acusados de genocidio."
Como se desprende de su correo electrónico, fue ella quien como secretario de Estado persuadió al presidente Obama para demoler Libia mediante otra guerra e iniciar la misma estratégia de operación contra Siria.
Fue ella la que promovió la desestabilización interna de Venezuela, Brasil, y la estratégia estadounidense anti-china del "Pivote de Asia".
Y siempre apoyó, incluso a través de la Fundación Clinton, que se debía preparar el terreno que condujo finalmente al golpe de la plaza Maidan en Ucrania, lo que dio inicio a la escalada de EEUU / OTAN contra Rusia.
Teniendo en cuenta todo esto no impidió que la disminución relativa del poder de Estados Unidos, sirviese para que Trump corregiese la direccón del tiro, que continúa apuntando al mismo objetivo.
Es realista el supuesto de que (Trump) tiene la intención de abandonar el sistema de alianzas centradas en la OTAN bajo mando estadounidense: Pero seguro que vencieó golpeando con los puños sobre la mesa para conseguir un mayor compromiso por parte de los aliados, especialmente en términos de su gasto militar.
Trump puede buscar un acuerdo con Rusia, incluso con la intención de separarla de China y anunciar medidas económicas, acompañadas por un mayor refuerzo de la presencia militar estadounidense en la región de Asia y el Pacífico.
Tales decisiones, que sin duda darán lugar a otras guerras, no dependen del temperamento belicoso de Donald Trump, sino de los centros de poder de los que depende el púlpito dirigido desde la propia Casa Blanca.
Son los colosales grupos financieros que dominan la economía (sólo del valor de las acciones de las empresas que cotizan en Wall Street es de quien depende todo el ingreso nacional de Estados Unidos).
Son las multinacionales, cuyo tamaño económico es mayor que la de estados enteros, quienes reubican la producción en países que ofrecen mano de obra barata, lo que resulta en cierre de fábricas y desempleo (de ahí el empeoramiento de las condiciones de la clase media de Estados Unidos).
Son los gigantes de la industria de armas quienes ganan las guerras.
Es el capitalismo del siglo 21, del que EE.UU. es su máxima expresión quienes vienen creando la creciente polarización entre riqueza y pobreza. El 1% de la población mundial posee la mayor parte de los recursos del 99% restante.
La clase de los súper ricos, a la que pertenece el nuevo presidente Trump, y a la que el primer ministro Renzi como Arlequín servidor de dos amos ya ha prometido lealtad después de habersela jurado al presidente Obama.
Fuente:http://www.sinistrainrete.info/articoli-brevi/8475-manlio-dinucci-l-alternanza-del-potere-imperiale.html